¿Qué pasaría si la ciencia y la industria del Biobío se alinearan para resolver los grandes desafíos del territorio? Esa pregunta fue el punto de partida del estudio “Oportunidades DeepTech para el Biobío 2030”, desarrollado en el marco de DeepTech.Connect Biobío y liderado por UDD Conecta, con apoyo de CORFO.
Durante tres meses, el equipo revisó diagnósticos regionales, documentos de política pública, hojas de ruta sectoriales y análisis tecnológicos internacionales. A esto se sumara la entrevistas y sesiones de trabajo con representantes de universidades, centros tecnológicos, empresas industriales, emprendedores y organismos públicos.
El resultado parcial es una radiografía, que identifica las áreas donde las tecnologías de frontera (DeepTech) pueden generar el mayor impacto en la competitividad industrial y el bienestar social del Biobío en la próxima década.
Propósito del estudio
El objetivo no es solo proyectar tendencias, sino inspirar acción colectiva. Las oportunidades DeepTech aquí descritas buscan orientar inversiones, conectar ciencia e industria, y construir una hoja de ruta compartida que posicione a Biobío como polo nacional de innovación basada en ciencia hacia 2030. La visión se estructura en tres tiempos complementarios.
En el corto plazo (2025–2027) se busca instalar capacidades y pilotos colaborativos; en el mediano plazo (2028–2030), escalar tecnologías validadas y conectar startups con cadenas industriales; y en el largo plazo (2031–2035), proyectar internacionalmente los resultados, exportando conocimiento, modelos y tecnologías desarrolladas desde la región.
Oportunidades DeepTech en la industria
El Biobío posee una matriz productiva diversa y una infraestructura industrial única en Chile. Estas cinco oportunidades apuntan a acelerar su transformación hacia una industria inteligente, sostenible y globalmente conectada.
Materiales avanzados y manufactura inteligente: El futuro de la industria forestal, metalmecánica y de la construcción depende de reinventar los materiales. Los biocompuestos derivados de residuos, la impresión 3D con materiales de base biológica y la manufactura asistida por inteligencia artificial permitirán crear procesos más limpios y eficientes. El desafío será integrar a las pymes en esta cadena tecnológica y formar especialistas en materiales sostenibles.
Energía inteligente y transición verde: El Biobío concentra parte importante de la generación energética nacional. La incorporación de tecnologías DeepTech permitirá optimizar redes eléctricas mediante inteligencia artificial cuántica, desarrollar nuevas baterías, gestionar plantas mediante sensores IoT y avanzar en la captura de carbono industrial. El reto será articular a empresas tradicionales, universidades y startups para transformar pilotos en soluciones escalables.
Industria circular y bioeconomía: El paso de una economía extractiva a una economía regenerativa se acelera gracias a la biotecnología, que permite valorizar residuos forestales y alimentarios, reciclar moléculas y diseñar procesos con huella ambiental cero. Para que esta transición ocurra, será necesario crear incentivos financieros y normativos que faciliten la adopción de tecnologías limpias.
Robótica aplicada y mantenimiento autónomo: La robótica avanzada y la visión computacional ya permiten automatizar tareas críticas en sectores como la energía, la minería o los astilleros. Su adopción reducirá riesgos humanos y aumentará la productividad. El desafío regional será establecer estándares de seguridad, fomentar la interoperabilidad tecnológica y formar técnicos especializados.
Digitalización científica y simulación predictiva: El uso de gemelos digitales, modelamiento avanzado y simulación computacional reducirá costos, riesgos y tiempos de desarrollo industrial. Para aprovechar este potencial, el Biobío deberá fortalecer su infraestructura de datos y cómputo avanzado, y facilitar su acceso a startups, centros tecnológicos y empresas medianas.
Oportunidades DeepTech en desafíos sociales
Más allá de la productividad, el estudio también identificó un segundo grupo de oportunidades centradas en el bienestar y desarrollo social, donde la ciencia y la tecnología pueden mejorar la calidad de vida de las personas.
Educación personalizada y aprendizaje aumentado: La inteligencia artificial y la realidad aumentada harán posible personalizar la enseñanza y democratizar la experimentación científica a través de laboratorios virtuales. El reto será incorporar estas herramientas en currículos escolares y técnicos, asegurando equidad digital y acceso universal.
Salud predictiva y envejecimiento activo: Los biosensores, la biotecnología y los modelos predictivos permitirán anticipar enfermedades y promover la longevidad saludable. La clave estará en conectar la innovación biomédica con hospitales regionales, resguardando la ética y la seguridad de los datos.
Seguridad inteligente y resiliencia urbana: El uso de algoritmos, drones y sensórica ambiental podrá prevenir delitos, incendios o desastres naturales. Para avanzar, se requerirá gobernanza de datos, ciberseguridad y un marco ético para el uso de tecnologías en contextos ciudadanos.
Cambio climático y monitoreo ambiental avanzado: La aplicación de satélites, sensores y modelos climáticos permitirá anticipar eventos extremos, medir emisiones y proteger ecosistemas. La meta será integrar estas herramientas a las políticas públicas regionales con información abierta y verificable.
Equidad y acceso a la innovación: Programas como STEMprende promueven la formación científica y la participación de mujeres y jóvenes en innovación tecnológica. El desafío será consolidar financiamiento sostenido y asegurar que la inclusión sea un pilar estructural, no un esfuerzo aislado.
Desafíos para que estas oportunidades se materialicen
Convertir estas oportunidades en realidades requiere enfrentar tres brechas fundamentales.
Primero, una brecha cultural, que demanda pasar de la imitación a la invención y fortalecer la confianza entre academia, empresa y gobierno.
Segundo, una brecha financiera, que obliga a atraer capital paciente y fondos especializados capaces de asumir riesgo tecnológico.
Y tercero, una brecha estructural, que exige articular políticas regionales y nacionales bajo una estrategia común de largo plazo.
DeepTech.Connect Biobío
Biobío tiene los componentes esenciales para transformarse en el territorio donde Chile demuestre que la innovación profunda puede surgir fuera de la capital. El estudio “Oportunidades DeepTech para el Biobío 2030” que será presentado en en el evento, no es un diagnóstico más, sino un mapa de acción colectiva que invita a pensar, invertir y colaborar desde la ciencia. Porque el futuro no se espera: se diseña, se prueba y se construye —desde la frontera del conocimiento.
7 y 8 de enero de 2026, Concepción, Chile
Más información en: www.deeptechbiobio.cl




